El pasado 25 de junio de 2021, entraba en vigor la LEY ORGÁNICA 3/2021, DE 24 DE MARZO, DE REGULACIÓN DE LA EUTANASIA. Esta ley, que pretende dar una respuesta jurídica, sistemática, equilibrada y garantista, a una demanda sostenida de la sociedad actual como es la eutanasia, presenta ahora múltiples interrogantes acerca de su puesta en marcha.
Cuestiones como la respuesta de profesionales ante peticiones de ayuda a morir, la posibilidad de solicitar dicha ayuda mediante un documento de Voluntades Vitales Anticipadas, la objeción de conciencia o la evaluación de la capacidad de las personas que solicitan esta prestación, entre otras, requieren de una formación específica por parte del personal sanitario para poder actuar de manera adecuada y acorde a la norma con cada paciente.
Es necesario que el personal implicado conozca todos las normas, requisitos, modelos y guías para disponer de los conocimientos necesarios y poder dar la respuesta más apropiada posible a cada paciente. Además, para garantizar el adecuado ejercicio de las funciones profesionales así como de los derechos de los/as pacientes, el conocimiento no debe limitarse a normativa y documentos referentes a la eutanasia, sino que también debe incluir otras cuestiones relacionadas con el proceso de toma de decisiones al final de la vida de acuerdo a otras leyes como la Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. o la Ley 2/2010, de 8 de abril, de derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de la muerte.